La rueda que nos identifica

El parque de diversiones era visitado por todos.

La rueda que representa a Alta Vista.

  

Ciudad Guayana  es una ciudad joven en donde la mayoría de sus habitantes, o por lo menos sus padres, son nativos de otras partes del país y del mundo.  Hay caraqueños, maracuchos, valencianos, españoles, italianos y un largo etc. que garantiza la diversidad que podemos ver por sus calles.

Ciudad que, a pesar de su corta edad, se puede contar entre las más importantes del país; con potencial de crecer mucho más. Sin embargo, hay algo, en lo que se podría argumentar, falla: sus “sitios conocidos”. 

Puntos que vayan más allá de Los Castillos de Guayana, El Cachamay, La Llovizna… y es aquí en donde un sitio seguramente aparecerá en la cabeza de muchos guayacitanos: el parque de Alta Vista.

El gusano era una de las atracciones más reconocidas.

Durante años, en especial finales de los noventa y principios del milenio, se veía repleto durante los fines de semana. Casas del terror, carritos chocones, venta de alimentos, una “mini-montaña rusa” y su atracción más importante, la rueda de la fortuna. Aquella que le daba la bienvenida a todo el que pisara Alta Vista.

Es una lástima ver el esqueleto del parque de Alta Vista, destartalado y vacío. Solo queda una rueda que sigue observando a los que visitan los alrededores y que se mueve por el viento que la acaricia.

Hoy no es más que un recuerdo inspirador que demuestra la capacidad de Ciudad Guayana de ser gigante, hermosa y prospera. Seguramente cuando la ciudad vuelva a brillar con todo su esplendor podremos visitar aquel parque que enamoró a todos los guayacitanos.

Por Gustavo Cantella